sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad panderetas y tambores vamos a tocar...

   Llegan los días temidos, se acaba un año de desesperanza, de lucha y trabajo. Mientras corro por la ciudad haciendo las compras navideñas, no es que me apetezca mucho, pero los niños se merecen seguir celebrando la Navidad. En las calles se respira el ambiente navideño, los adornos, el frío invernal, los niños con bufandas y guantes, nariz colorada pero mirada de ilusión por la llegada de los Reyes Magos. Respiro por unos momentos  los aires navideños y me contagio de la ilusión de los niños recordando los años que disfrutaba de la Navidad.

¿Sabeis quien es?
   Cuando llego a casa me topo con la realidad, no se respira como antes la navidad, donde  ponía el árbol con los niños ahora hay una grúa. Donde preparábamos la mesa para la Noche buena, con todo lujo de detalles ahora hay una cama hospitalaria y una mesa con máquinas y medicamentos. Y el calor de la chimenea, el calor de hogar se ha sustituido por una fría pero práctica bomba de calor. No hay guirnaldas, ni bolas colgando del techo, ni centro de mesa, con las velas, ni siquiera un pascuelo. En lugar del Belén con su río y pastorcillos, ese Belén que me pintó mi madre a mano y que lo cuido como mi más preciado legado, ahora duerme en un armario, su sitio lo ocupa la tecnología informática de Salva.

  La verdad, que este año no he tenido ganas de preparar ni de adornar nada, llevamos unas semanas familiares malas. Salva ha estado resfriado, lo que en una persona sana hubiera sido un pequeño catarro en un enfermo de ELA es angustioso, no hay fuerza para toser, se ahoga con la mucosidad. Le han puesto ya el aparato de tos mecánica y aerosoles.
  
 El 8 de Diciembre, cuando íbamos a celebrar junto a la familia el Santo de mi hija mayor y el mio una llamada de teléfono nos sumió en un profundo dolor. Mi tía se había caído por las escaleras rompiéndose la base del cráneo siendo incompatible la lesión con la vida. Por desgracia, han seguido los accidentes familiares, mi hija un esguince de tercer grado y el abuelo....

  Os voy a hablar del abuelo, mi padre y de la abuela, mi madre. En este día de celebración familiar creo que se merecen un homenaje especial. Hoy es el cumple del abuelo, 80 años, con un carcinoma de próstata y otro pulmonar en tratamiento con citostáticos, pero el dice siempre que está bien, activo y con ganas de dar mucha guerra, sigue haciendo sus pequeñas chapuzas, le encanta trabajar la madera. El otro día haciendo una caja para que Salva llegue al cenicero, o a los vasos con comodidad la sierra casi le corta el brazo. Sin embargo cuando cosían  los médicos la herida en el hospital, él les hacia bromas y le contaba chistes. Es un verdadero Dandi, coqueto, elegante, un abuelo muy apañao que a su edad sigue jugando con los nietos. Papá, muchas felicidades, esta noche soplaras las 80 velitas y deseo con todas mis fuerzas añadir una más el año que viene. TE QUIERO papá.



   La abuela, el pilar familiar, a sus 75 años sigue cuidándonos a nosotras y a sus nietos. No se que hubiéramos hecho mis hermanas y yo sin la ayuda incondicional de mi madre. Nunca se queja, siempre trabajando, aunque esté mala, con dolores de huesos, lo que sea, siempre cuento con ella. A ella le encanta la pintura, empezó tarde a pintar, con los sesenta y tantos, pero es toda una artista. Todos los cuadros de mi casa y la de mis hermanas los ha pintado ella. Y la caja de Salva, la accidentada, también la decoró ella.
   GRACIAS mamá por todo lo que haces por nosotros, TE QUIERO MAMA.

  Por ellos, por los niños, por Salva, por mi familia he decidido celebrar la Navidad. Me da tiempo... son las 13 horas, os dejo voy a sacar los abalorios navideños, a tunear la grúa para que parezca un árbol de navidad y a sonreír, aparcar las penas por un día y a celebrar que un año más tengo a Salva y a mis padres a mi lado.


                                             
                                                   
                                                        ¡ FELIZ NAVIDAD !


                                                                                                

    Esta es la caja que con tanto cariño le han hecho los abuelos a Salva y que terminó con el abuelo en el hospital. No se nota para nada las inclinaciones deportivas de Salva....jajajaaa.

7 comentarios:

  1. FELICIDADES por esos padres tan maravillosos..Y tienes razón, aprovecha que estáis todos y CELEBRA, CELEBRA con todo tu corazón y contagia tu ilusión a Salva, aunque por dentro te apetezca llorar...SONRÍE ¡VALE LA PENA! UN BESAZO ENORME...Mari.

    ResponderEliminar
  2. Te comprendo Inma, yo también por 1ª vez, este año, no quice poner el árbol, por las mismas razónes que tú... Dale un beso Salva de mi parte, y a esos abuelos tan estupendos.
    Ojalá los tengas por muchos años...

    ResponderEliminar
  3. levei algum tempo,porque dicidi ler tudo...tudo.
    super mulher,super mãe,super filha. o caminho faz-se caminhando. não disistas.cuida tambem de ti. irei seguindo.

    ResponderEliminar
  4. Dijo: Tardé algún tiempo, porque había decidido leer todo (se refiere a que le cuesta) eres super esposa, super madre, super hija. Sigue adelante, el camino se hace andando (se hace el camino al andar). Cuidate. Te seguiré...

    ResponderEliminar
  5. Hola Inama.
    Creo que es fantástico el que saque los bártulos y alegre la casa tuneando la silla y todo lo que se te cruce.
    Lo necesitas y lo necesitan.
    Me alegro que tengas unos padres tan maravillosos.
    Un beso muy fuerte y dale otro al amigo Salva.
    Dile que esperamos sus entradas en el blog con su gran sentido del humor que nos emociona y nos enseña.
    Espero que este año mejoren las cosas.
    Sabéis donde estoy si me necesitáis.

    ResponderEliminar
  6. Visca el Barça y viva el vicio. Tienes unos padres maravillosos. Felicidades!!!

    ResponderEliminar