Mis deseos han cambiado. Intento huir de los malhumorados, de los insatisfechos, de los que se aferran a lo material. De las envidias, de los miedos, de los cobardes, de los días grises. No afano riquezas, solo lo imprescindible para vivir dignamente.
No quiero compartir la vida con los que un día eran amigos y en los malos momentos son extraños. Con los que se dan golpes de pecho de su caridad y se desentienden del malestar de los demás. No quiero gobernantes cínicos con leyes de papel, mojadas por las lágrimas de los que sufren.
Volar la imaginación con un buen libro, escuchar una buena música, abrazar un trozo de cielo. Solo necesito serenidad para sobrellevar el dolor y alegría para disfrutar de lo bueno junto a mi familia. Tener la capacidad de emocionarme por lo que merece la pena y no llorar por tonterías.
No necesito caviar ni una gran mariscada, unas "papas fritas con huevos" junto a los que quiero es para mi una comida de gala. Solo necesito un beso al acostarme, un abrazo con la mirada de Salva, por que sus brazos no pueden abrazar pero sus ojos tienen la expresividad suficiente para dar amor.
¿ QUE LE PIDO A LA VIDA?.......
..... SOLO UN INSTANTE DE AMOR Y BELLEZA A DIARIO
tienes toda la razón, aunque que hay momentos duros, tú quedate con los abrazos brillantes de los ojos de tu marido, las sonrisas en los rostros de esas preciosas hijas, y a seguir el camino evitando los obstáculos en la medida de lo posible. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por compartir y hacernos pensar, para que intentemos ser mejores.
ResponderEliminarEs una lástima el que la mayoría de la personas no valoremos las cosas que realmente merecen la pena y malgastemos nuestras vidas en gilipolleces. Y perdona la expresión pero no se me ocurre otra palabra.
Es curioso que siempre sale el amor como único antídoto o motor si queremos darle sentido y vida a la vida; en tiempos de bonanza y sobre todo en los momentos más duros en los que puede salir nuestra mejor parte como seres humanos.
Gracias Inma. Un beso muy fuerte.
Es increíble cómo cambiamos de prioridades cuando nos vemos inmersos de repente en una enfermedad como esta. Te das cuenta, como si te hubiesen quitado una venda de los ojos, de lo absurdas que te resultan hoy, cosas que antaño ocupaban los primeros puestos de tu ranking.
ResponderEliminarEs una pena que normalmente esta revelación se dé solo cuando surge algo así.
Estoy deacuerdo contigo. Coincido en que los momentos de felicidad absoluta los vivo con unas simples risas con mi madre y el resto de mi familia. Cualquier hecho cotidiano, como una caricia, un beso, una mirada que puede transmitir taaaaaanto... es pura satisfacción personal.
Solo tenemos el presente. Nadie sabe qué pasará mañana. Y cuando me pregunto cuál es el sentido de la vida, la respuesta más lógica que me doy a mí misma es que la vida está para amar y ser amado. Lo más bonito que tenemos los seres humanos, es ese sentimiento que te empuja a hacer cosas por otra persona. Cuando recibes a cambio una cara de agradecimiento se te llena el corazón. Para eso merece la pena vivir y tenemos que disfrutar de todas las pequeñas cosas, que vienen a ser grandes cosas.
Un abrazo y espero que estos días que estais pasando Salva y tú se pasen lo mejor posible y volvais prontito a casa.